viernes, 17 de junio de 2016

NAIPÍ Y TAROBA: LEYENDA CATARATAS DE IGUAZÚ

 NAIPÍ   TAROBÁ   NAIPÍ   TAROBÁ   NAIPÍ      Cuentan las leyendas que hace muchos, muchos años habitaba en el río Iguazú una enorme serpiente que llamaban BOI. Para que el monstruo estuviera tranquilo todos los años los indígenas
guaraníes debían sacrificar una bella doncella arrojándola al Río. Para esta ceremonia se invitaban a todas las tribus guaraníes. Un año llegó al frente de su tribu un joven cacique llamado
TAROBÁ, el cual se quedo prendado al conocer a la bella indígena de nombre NAIPÍ que iba a ser consagrada en sacrificio ese año. Se reveló contra los ancianos en vano, puesto que no llegó a convecerlos para que no fuera sacrificada.
Sólo se le ocurrió la noche anterior antes del sacrificio raptarla y llevándola en su canoa huir por el río. Pero BOI enterándose de lo sucedido se enfureció y su furia tal que encorvando su lomo partió el curso del río formando las cataratas de Iguazú. Atrapó a Tarobá y a Naipí; A ÉL lo transformó en los árboles que
se pueden ver en la parte superior de las cataratas y a la cabellera de la bella Naipí en la caída de las cascadas. Luego se sumergió en la Garganta del Diablo y desde ahí vigila que los amantes no vuelvan a estar juntos. Los días de tremendo sol el arco iris merma el poder de Boi y los amantes dicen que vuelven a verse....y.....el amor....siempre...amor en las cataratas de IGUAZÚ.

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